
Dibujos del año 1951, de la mano de mi abuelo paterno Federico Cazaña (1917-2002).
No fue ilustrador ni pintor de profesión como mi abuela materna, aunque tenía una mano muy interesante que podía dar mucho de sí.
Lo vi dibujar poquísimo. Pero algún verano en su casa, teniendo yo menos de diez años, recuerdo que se puso a dibujar y que me sorprendía en gran medida el dominio que yo percibía entonces.
Él era hombre de muy pocas palabras, pero solamente viendo cómo dibujaba él ya afloraba en mí el entusiasmo y las ganas de entrar en ese mundo fascinante.
Le gustaba el dibujante Emilio Freixas, y le gustaba mucho el cine (el de en medio es el actor Robert Taylor).