Óleo de Venecia. La ciudad de las mil pasiones

El museo de la felicidad

Tendría 7 u 8 años. Estaba ojeando una revista en casa de mis abuelos y de repente vi unas fotos de una ciudad preciosa y llena de luz y agua en la que no existían los coches, si no que las calles eran ríos de agua y la gente iba en elegantes barcas a todas partes. En ese momento no imaginaba que llegaría a hacer un Óleo de Venecia como éste que vamos a ver hoy, aunque la semilla de la magia ya había inoculado en mí

En ese momento, iluso de mí, pensé que el mundo era un lugar maravilloso si realmente existía una población como Venecia. Fue la primera vez que tuve conciencia de este maravilloso lugar.

Visitar Venecia: un sueño hecho realidad

Poco tiempo después mis padres viajaron solos a Venecia y a mí me pareció toda una aventura. Las fotos realmente eran sorprendentes, y sentí bastante envidia. Pero en 1992 fuimos todos por primera vez, luego dos veces más con ellos pocos años después, alguna vez más por mi cuenta… En total habré ido 5 o 6 veces, de las más de 20 que he estado en Italia, un país que despierta todas mis pasiones y que siento como mi casa.

Pero del primer viaje tengo auténticas estampas grabadas en mi memoria. Un escenario que te envolvía desde el minuto uno más allá de los increíbles olores de los calzones y las pizzas que te asedian por muchas ciudades y pueblos de Italia: allí recuerdo con una solemnidad infinita el campanile y la basílica de san Marcos, el gran Canal de Venecia desde el Ponto Rialto o cualquiera de las pequeñas calles en las que todos nos hemos perdido alguna vez, así como las encantadoras máscaras del carnaval o algunas obras de arte bastantes únicas que recuerdo en aquel viaje, como un ajedrez de alabastro que era una verdadera preciosidad.

No sé qué habría supuesto para mis padres viajar a Venecia con niños pero desde luego para mí fue un flipe. Tenía la impresión de que una vez llegabas a la Plaza de San Marcos, empezaba una aventura desconocida y llena de magia que ya no podrías olvidar.

Los paisajes de Venecia: de los dibujos de Turner a los mega lienzos de Canaletto

Turner y Canaletto son los dos pintores que he visto pintar Venecia con mayor deleite. De Turner recuerdo una exposición en el Caixa Forum de Barcelona, tal vez de 2004, que reunía una selección amplia de dibujos y acuarelas de Venecia. Las obras eran realmente fascinantes por el uso intenso del color y por el trazo desdibujado que nos sumergía a la Venecia onírica y apasionada que a algunos es la que más nos atrapa.

De Canaletto vi una selección importante de cuadros de Venecia unos años más tarde, en 2014 en la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Eran cuadros mucho más grandes y mucho más descriptivos y trabajados, muy solemnes, en los que se veían los monumentos de Venecia, las iglesias, catedrales importantes. Recuerdo uno imponente en el que se veía el palacio ducal de Venecia y muchas góndolas alrededor.

Pero a pesar de ello no despertaron en mí el mismo interés que los desdibujados y pequeños dibujos y acuarelas de Turner.

De la memoria al lienzo: Mis cuadros de Venecia

Desde que volví a la pintura al óleo en 2014, este fue mi tercera pintura de Venecia y la realicé entre 2015 y 2016. Creo que es mi cuadro más famoso de Venecia por sus dimensiones y por el nivel de detalle y acabado. Probablemente, sea el que más me gusta de los cuatro cuadros de Venecia al óleo que he hecho.

De las fotos y dibujos que conservaba, esta vista o paisaje de Venecia era de los que más me gustaba, por un lago tiene mucho detalle, y por otro lado es una imagen muy relajante y armoniosa. En cuanto a los cuadros decorativos de ciudades, este es un buen exponente por toda la magia del agua y la belleza de las góndolas.

Empecé haciendo un boceto al óleo con la pintura bastante diluida, e intentando no abrumarme por todos los detalles que tendría que dibujar, más bien intentando captar la atmósfera general y en cuanto a los detalles, yendo de menos a más. Aunque sí recuerdo que el palacio típicamente veneciano de la izquierda ya me llevó su trabajo.

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En la parte inferior, si nos fijamos en las dos primeras imágenes del proceso vemos un halo de luz que atraviesa horizontalmente el agua, proveniente de una calle a la derecha. Finalmente decidí no reflejar esta luz porque me pareció que rompía demasiado la composición y me quedé únicamente con la que sale de la calle que podemos ver con claridad.

Haciendo estos oleos de Venecia en algunos momentos me saturé un poco por todos los detalles a reflejar, aunque finalmente cuando ves años después el resultado te satisface haber hecho el esfuerzo.

De cara al futuro, sí que es verdad que me gustaría pintar esta ciudad de la misma manera que he dibujado Praga últimamente, de manera desdibujada y sin necesariamente mostrar todos los detalles.

¿Cuadro de marina con barcas o paisaje urbano al óleo?

La verdad es que estamos hablando de un cuadro difícil de clasificar. Yo lo pondría más en cuadros de ciudades que en cuadros de barcas pintados al óleo, pero la verdad es que el agua es muy importante, sobre todo en el momento en que decidí darle mayor importancia después de hacer el primer boceto, y la subí tranquilamente unos 10 cms.

Vista de Venecia desde arriba

A diferencia de otros cuadros de barcos al óleo de Venecia, esta vista es un poco más elevada porque estamos situados en un puente.

Reproducciones de Venecia

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Con el marco incluido y por sus llamativas dimensiones, creo que es un buen testimonio de óleo moderno para comedor.

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