
Contents
Viaje a la Índia a través de los sentidos
Dentro del rango de pintura con técnica mixta, una de las que destacaría de entre todas las que he hecho es esta de Jaipur, la ciudad rosa del Rajasthan. El viaje que hice a la Índia fue en 2004 y no fue hasta 2014 que decidí hacer una exposición dedicada a lo que vi en este país. Porque la Índia es un país que te consume por todos sus excesos, te sacude de arriba abajo y finalmente te suelta con fuerza.
Tardé un tiempo largo de 10 años en hacer pinturas de la Índia. Y por eso esta primera exposición la hice en collage y técnica mixta en la que combinaría yeso, pegamento, acrílicos, recortes de revista, tierras y todo lo que se me pasó por la cabeza. Porque realmente quería reflejar todos los excesos formales que se podían llegar a ver en una ciudad mediana como Jaipur. Tampoco creo que sea una pintura representativa de Asia porque la Índia es un mundo aparte.

Planteamiento: una pintura marroquí?
En un primer momento este cuadro estaba destinado a ser una pintura de Marruecos. Había visto esta imagen en una de las plazas principales de Marrakech y me había gustado. Tenía por un lado las alfombras a mano izquierda y por otro lado el tenebroso túnel a mano derecha. Sin embargo, aunque la llegué a presentar en una de las exposiciones de Marruecos, no me convencía. Me parecía que faltaba que sucediera algo. Así que un año más tarde, al empezar a trabajar en la exposición sobre la Índia, pensé que podía hacer un cuadro de Jaipur que recogiera la idea que yo tenía para el cuadro de Marrakech.
De un cuadro de Marrakech a una pintura de la Índia
Olvidándome de hacer un trabajo realista, cogí algunos libros y revistas antiguas sobre la Índia y recorté las partes que más me interesaron. Vacas, personajes, y todo el cableado y la ventana de la izquierda. Añadí más textura con grava y aglutinante, yeso. También añadí manchas de pegamento y betún de judea. Quería que fuera una primera composición bastante barroca, aunque tuviera cierta coherencia y pudiera inspirar una imagen real.

1000 caminos para llegar al realismo en la pintura
A partir de aquí sólo era cuestión de integrarlo todo en una sola voz. Aunque había empezado el otro cuadro en acrílico, lo terminé con pintura gouache. Esta pintura (gouache) es una témpera que yo usaba mucho para hacer ilustraciones. De las diferentes marcas que hay, creo que para pintura gouache la marca Talens está muy bien porque tiene unos colores realmente vivos y no es demasiado cara, aunque tampoco es barata. Yo me apañé bastante bien durante años con los primarios, cyan, magenta, amarillo y negro, pero tienen una gama bastante amplia con tonos francamente interesantes.

En definitiva, creo que este paisaje urbano sobre una calle de Jaipur quedó bastante realista gracias al túnel misterioso y los personajes que en él habitan, que contrastan un poco con lo que sucede en primer plano, a primera línea de la calle. Me gustó mucho más esta nueva versión del cuadro más que no el primer intento con la calle de Marrakech. Y me sentí más cómodo jugando con diferentes texturas y materiales y viendo que se parecían a lo que recordaba de la Índia.
Si te gustan los cuadros de ciudad, a pesar de que esta obra pertenece a una colección particular, te invito a ver las pinturas de ciudades disponibles en este enlace. También puedes adquirir alguna lámina decorativa o reproducción de alguna de mis pinturas en este enlace.